Deportes de riesgo

En una sociedad tan estresada como la nuestra, siempre viene bien descargar un poco de adrenalina con un deporte de riesgo.

Todos tenemos claro que muchos deportes entrañan un cierto riesgo. Algunos más, otros prácticamente ninguno. Sin embargo, no todos los deportes que podemos llegar a considerar arriesgados, son considerados como tal por las compañías aseguradoras.

Dado que gran parte del negocio asegurador consiste en la efectiva utilización de la estadística, la consideración como «de riesgo» nos debería dar que pensar sobre este deporte.

Para algunos, quizás, el surf podría ser considerado como de riesgo. En Australia, el país con mayor número de aficionados del mundo a este deporte, se pueden encontrar muchos casos de lesionados. Algunos pueden tener problemas en un ojo a causa de una «tabla suelta». Otros pueden haberse seccionado parcialmente un dedo del pie tras cortase con alguna quilla. Y finalmente, siempre hay alguna víctima de tiburón todos los años, y suelen ser surfistas. Sin embargo, todo esto sucede en un porcentaje muy bajo, ya que las compañías aseguradoras no lo consideran como arriesgado.

Sin embargo, otro de los deportes que sufre más ataques de tiburón en el país austral, si es considerado por muchas compañías como de riesgo: el buceo. Esto es debido, en gran parte, a la presión que debes soportar cuando te sumerges. En los cursos de buceo, siempre preguntan sobre si sufres asma, del corazón, y sobre todo, algún problema de oído. Un problema con la despresurización puede acarrear problemas crónicos de salud para el aficionado a esta práctica.

Otra práctica que muchas compañías consideran de riesgo, y quizás también puede llamar la atención, es labici de montaña. Sin embargo, deportes como el paracaidismo, parapente, espeleología o artes marciales, no nos extrañan que tengan esta consideración por parte de las entidades aseguradoras.

Para la práctica de cualquiera de estos deportes, se puede, y es aconsejable en la mayoría de los casos, contratar un seguro. No obstante, algunas compañías, para que la práctica de estos deportes quede cubierta, consideran necesario que se realicen bajo la supervisión de monitores titulados. Las coberturas que nos dan estos seguros pueden ir desde la asistencia sanitaria o compensación por extravío de equipamiento, hasta el rescate.

Recientemente, unos escaladores sufrieron las consecuencias de no tener un seguro de estas características. El gobierno vasco, desde hace aproximadamente un año, aplica una tasa a los que practiquen de forma imprudente actividades consideradas como peligrosas. A este escalador, su rescate le costó la nada desdeñable cifra de 2.400 euros. Por eso, siempre es aconsejable tener seguro tu bolsillo mientras descargar adrenalina.