Cómo asegurar los estudios

Hoy en día, la formación es crucial para tener un buen porvenir en la vida laboral. Cada vez hay más gente con un alto nivel de estudios, y hay que actualizarse para poder competir en este mundo globalizado.

Es por ello, que una de las preocupaciones primordiales de los padres es asegurarse que sus hijos se formen, teniendo así más opciones de llevar una vida confortable en el futuro.

Para asegurar que los descendientes pueden tener esta oportunidad, hay diferentes fórmulas, según si se quiere asegurar un dinero en un futuro o en caso de que suceda un desgraciado improvisto.

En el caso de querer asegurarse tener el dinero suficiente para dar esa opción a hijo/as, se puede contratar un seguro de ahorro, el cual sólo podrá acceder el descendiente señalado como beneficiario cuando obtenga la mayoría de edad.

No obstante, este seguro presupone que los padres puedan pagar las pequeñas cuotas de ahorro mensuales (anuales o de la periodicidad pactada con la compañía).

Por otro lado, hay padres que van más allá, y quieran que sus hijos puedan proseguir con sus planes de vida, aun cuando ellos falten.

Por ello, la otra modalidad de seguros cubre los estudios de los descendientes, en caso de muerte o invalidez absoluta de uno o ambos progenitores.

Estos seguros, suelen ser contratados por medio de las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (AMPA´s), pudiendo adherirse quien quiera, o ser obligatorio, que se adhieran todos los alumnos del centro.

Por lo tanto, de esta forma los padres se asegurarían que su hijo terminase la formación previa a la Universidad, el Modulo o cualquier especialización que escogiese (si se decantará por especializarse).

Cabe mencionar, que en otras ocasiones, se conciben este tipo de seguros para estudios superiores. Es por ello, que se puede observar como colegios determinados (como es el caso de determinados colegios de médicos) aseguran a los alumnos de 4º, 5º y 6º de medicina, para que puedan continuar con sus estudios en caso de calamidad.

Hoy en día, nadie regala nada, pero cuantos más boletos compres en la lotería del mercado laboral, más posibilidades tienes de que te toque algún premio aceptable.

Por todo esto, asegurar unos estudios a tus hijos es invertir en su futuro.