Conducción ‘Negligente’

Una de nuestras mayores preocupaciones cuando conducimos es que las autoridades nos “pillen” cometiendo una infracción. Antiguamente, se te imponía una multa y punto, pero desde hace ya algunos años tenemos el carné por puntos.

El carné por puntos tiene sus ventajas e inconvenientes. Ventajas: la gente es más prudente a la hora de circular y puede servir para retirar a individuos potencialmente peligrosos de la circulación. Desventajas: Que las supuestas ventajas rara vez se cumplen.

A mí sólo me han quitado puntos en dos ocasiones y, curiosamente, por la misma infracción: conducción negligente. No estoy seguro de lo que las autoridades consideran una “conducción negligente”, pero a continuación os relataré ambas situaciones para que juzguéis por vosotros mismos. Ambas se dieron cuando yo tenía mi anterior moto, la Aprilia Rs 125, y es que llevo más de cuatro años sin cometer una sola infracción. O al menos, sin que me hayan pillado. Las he titulado: “Un saludo equivocado” y “Los camuflados”.

Un saludo equivocado

Me dirigía una mañana hacia Bilbao en hora punta, la vía por la que circulaba estaba totalmente abarrotada y, como solemos hacer los motoristas, circulaba por el arcén. Tras circular unos cientos de metros por el mismo, divisé la silueta de un automóvil parado en el lateral. Al principio pensé que era un coche cualquiera, pero a medida que me acercaba percibí que se trataba de un coche de la policía. En el arcén había un agente uniformado, que me daba el alto.

Dos sentimientos me asaltaron en ese momento: frustración y prisa. Frustración porque estoy harto de que la policía me de el alto de forma totalmente aleatoria (circular por el arcén un día está bien y al siguiente mal), y prisa, porque llegaba tarde a mi destino para variar.

Así que hice lo que cualquier veinteañero con pocas neuronas hubiera hecho: escapar. En aquel momento pensé “si me meto entre los coches es imposible que me vean la matrícula”, y, para darle más emoción, saludé al policía mientras pasaba por su lado. A día de hoy sigo sin tener ni idea de cómo me reconocieron, pero al cabo de un mes me llegó la multa: Conducción negligente, 200 euros y 4 puntos del carné.

Los camuflados

Hay una cosa que me molesta de sobremanera cuando conduzco: la gente que va a dos por hora por la izquierda y no deja adelantar a los demás. Con el tiempo he aprendido a relajarme y no tener tanta prisa, pero hace unos años casi siempre la tenía, así que adelantaba constantemente por el carril derecho.

El problema fue que un buen día adelanté por la derecha a un coche de policía encubierto. En el momento no me di cuenta, así que proseguí mi camino tan tranquilo mientras el coche de policía (sirena en techo) me perseguía como un poseso. Al cabo de un kilómetro aproximadamente de que comenzara la persecución, me percaté de mi situación y, ya que no era mi intención escapar, me detuve. Esta vez tuve el veredicto in situ. Otros 200 euros y otros 4 puntos.

Fueron dos situaciones algo diferentes, pero me llevaron a sospechar lo siguiente: cuando la policía te coge en una pifia y no sabe que cargarte, te va a caer una “conducción negligente”. Y me da miedo porque, el otro día, otro Ertzaintza me llamó la atención al grito de “¡Me cago en Dios!”, por algo que estoy convencido, sinceramente, que no era una infracción.

 Así que espero que las aseguradoras no tomen a cualquier conductor tildado de “negligente” como tal, ya que la casuística de esta infracción puede ser infinita, y en algún caso puede que ni si quiera sea una infracción, si no un agente con un mal día o muy mala leche. En cualquier caso, vigilaré mi correo.