Los errores de traducción más famosos del mundo

¿Conocéis el dicho “Traductor Traidor”? Básicamente se refiere al hecho de que en algunos casos las traducciones de obras originales a otros idiomas no siempre son fieles a la intención del autor. Personalmente no estoy de acuerdo con esta expresión ya que considero que la labor del traductor es muy importante y que requiere un estudio muy profundo tanto del idioma materno como de la segunda o tercera lengua.

Sin embargo es cierto que a lo largo de la historia los errores lingüísticos han dado lugar a malas interpretaciones y, en algunos casos, a situaciones cómicas.

Uno de los errores de traducción más antiguos y divertidos ha afectado la  escultura de Miguel Ángel dedicada a “Moisés”. El personaje bíblico representado en la estatua tiene dos cuernos plantados en el medio de la cabeza. ¿Por qué? Al parecer, San Jerónimo, encargado de traducir la Biblia del hebreo al latín confundió el término “Karen-cornudo” con “karan-radiante”.

Otra traducción errónea muy famosa se produjo en el campo de la ciencia. El astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli que realizó una de las primeras descripciones de la superficie de Marte, describió en sus documentos la presencia de “canales” (es decir gargantas naturales o cañones). Años después el americano Percival Lowell, revisando los documentos de su predecesor italiano, llegó a la conclusión que los famosos “canales” habían sido producidos por seres inteligentes dando vida a leyenda sobre los marcianos.

Estos son solamente algunos de centenares de errores de traducción que se han producido a lo largo de la historia. La traducción de un texto puede estar sujeta a diferentes interpretaciones. Por ello las empresas que se encargan de traducciones y los traductores necesitan una póliza de seguros que les tutele en caso de errores de este tipo.

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En el caso de documentos oficiales o con fines comerciales es muy importante que los profesionales del sector se defiendan de posibles daños que podrían causar a terceros (privados o empresas) Y por ello, las aseguradoras ofrecen seguros de responsabilidad civil ad hoc para traductores y empresas de traducción que cubren los gastos de posibles siniestros producidos por errores u omisiones a la hora de interpretar un texto.

Si eres un traductor freelance, y todavía no tienes este seguro, deberías informarte en tu correduría de confianza para que puedas proporcionar a tus clientes el mejor servicio y al mismo tiempo tutelar tus intereses. ¿A qué esperas para informarte?