Más seguros en los viajes largos (cómo prevenir la ‘trombosis del viajero’)

En medicina de viajes se conoce como “trombosis del viajero” la formación de un pequeño coágulo de sangre en la pierna (“trombo”), por no moverse del asiento durante un viaje prolongado en avión, coche, autobús o tren. Aunque no es muy frecuente, y cuando sucede por lo general provoca síntomas leves o molestos, algunas personas pueden sufrir un problema grave como la trombosis pulmonar. La buena noticia es que este riesgo se puede prevenir de forma eficaz, y es lo que voy a explicarle a continuación.

La “trombosis del viajero” se conocía antes como el “Síndrome de la clase turista”, dado que en un principio el riesgo se asoció con pasajeros de entre 50 y 70 años, que utilizaban el avión para realizar largos trayectos, e iban sentados en clase turista (donde el espacio entre asientos es reducido para mover las piernas). Luego se vio que ocurría también en los pasajeros de primera clase, en personas de menor edad (a partir de los 20 años), y en otros medios de transporte como el coche, autobús y tren, por lo que pasó a denominarse “trombosis del viajero”.

¿Qué es la trombosis del viajero?

Es un coágulo de sangre que se forma en las piernas por permanecer sentado durante un tiempo prolongado (más de 4 horas), y en un espacio reducido que dificulta moverlas. Afortunadamente no sucede en la mayoría de las personas, porque nuestro organismo dispone de sistemas que evitan la coagulación de la sangre, sin embargo existen factores de riesgo que pueden favorecer la formación de un trombo, como: una tendencia individual a la coagulación de la sangre (puede padecerla hasta un 20% de la población), haber sufrido una intervención quirúrgica importante en las últimas semanas, padecer varices en las piernas, estar obeso, fumar, haber tomado alcohol antes del viaje, y no estar bien hidratado. El embarazo también puede suponer un riesgo.

La trombosis del viajero, puede ser completamente asintomática, provocar síntomas leves (zona de enrojecimiento en la pierna, acompañada de dolor e inflamación), o graves como una trombosis pulmonar, con dolor fuerte en el pecho y sensación de falta de aire. La trombosis puede aparecer durante el viaje, al terminar el mismo y comenzar a caminar, o bien transcurridos algunos días. Afortunadamente tiene un tratamiento médico efectivo.

Cómo prevenir la trombosis del viajero.

Normas generales para un viaje largo (más de 4 horas): estar bien hidratados, evitar tomar alcohol o cafeína, cuando estemos sentados no mantener las piernas cruzadas y moverlas frecuentemente (contraer los músculos, mover tobillos y los dedos, darse masajes en muslos y pantorrillas), evitar que el borde del asiento nos comprima las piernas, y la ropa muy ajustada. Levantarnos del asiento y caminar un poco cada 2-3 horas: si vamos en coche o en autobús, bajar a caminar en las paradas; si el desplazamiento es en avión procure sentarse en el asiento más próximo al pasillo, lo que facilita el salir a estirar las piernas. Si está embarazada y va a realizar un viaje largo en avión, conviene consultar antes con su médico. Paralelamente, muchas personas contratan seguros de salud antes de salir de viaje para tener la seguridad de que contarán con una buena asistencia durante su viaje.

Normas específicas para personas con antecedentes médicos a tener en cuenta (trombosis previas, varices en piernas, enfermedad cardíaca, obesidad, tabaquismo, cirugía reciente): deben consultar con su médico, por si precisan un tratamiento médico preventivo para realizar el viaje.

Si va a realizar un viaje largo, recuerde estos consejos, y viajará más seguro.