¿Me conviene comprar un SUV?

Cerca de donde vivo hay una zona donde hay varios colegios juntos. Alguna vez he tenido que atravesar la zona justo en el momento en el que los niños salen y lo que ahí se forma es peor que un atasco de los de Operación Salida. Además, el último día que me pilló, llovía. Como hay que tomárselo con calma, me entretengo mirando los modelos de coches de los encargados de recoger a los chavales. Las dobles ,e incluso por momentos, triples filas de coches están llenas de modelos SUV con los cuatro intermitentes dados. Cuento hasta cuatro Nissan Qashcai de color blanco. Y me fijo en un niño de unos diez años con un llamativo chubasquero amarillo que entra en uno de esos Qashcai del que sale inmediatamente, como desorientado. Fuera le espera una madre, la suya, al borde de un ataque de nervios, que también ha salido de uno de los otros Qashcai  blancos. Pobre chaval. No se ha condundido de modelo, pero sí de coche… y es que hay muchos Qashcai y muchos SUV. ¿Demasiados, tal vez?

Pero, ¿qué es un SUV? Son unas siglas que remiten al término en inglés, Sport Utility Vehicle, algo así como vehículo deportivo (pero no por prestaciones, sino casi más por estética “agresiva”) y práctico (por aquello de su supuesta mayor capacidad de carga). Hay en español una expresión más apropiada para estos vehículos y es la de “todocamino”. Además, resulta más completa porque también puede aglutinar a los modelos “camperos” derivados de turismo, los llamados “crossover”, que suelen tener modificaciones estéticas eficaces, pero escasa adaptación a un “uso off road”, (excepto quizás el antiguo y glorioso primer Fiat Panda 4×4). En definitiva, el SUV o “todocamino”, ha aunado la estética musculosa y fortachona de los 4×4, pero sin tanta altura libre al suelo. Aunque en su interior sí que vamos un poco más elevados que un turismo. En realidad, igual que en cualquier movolumen…

El tráfico empieza a fluir. Incluso deja de llover. Y me pongo a pensar en cuáles pueden ser la razones de esta fiebre SUV como automóvil para una familia de uno, dos o más hijos. Está claro que cumplen una función parecida a la de los monovolúmenes en su momento, es decir: habitabilidad, capacidad de carga, cierta altura con respecto al suelo… Pero, ¿por qué ahora son los “todocamino” la carrocería estrella en cada una de las marcas, sea ésta generalista o premium?

Mientras el sol ya en el ocaso se deja ver tímidamente, repaso cuáles serían las  ventajas y desventajas de estos autos frente a los turismos y monovolúmenes:

Ventajas:

  • una sensación (irreal y no probada) de seguridad mayor por la altura del puesto de conducción y del habitáculo
  • capacidad de carga algo superior con respecto a una berlina o compacto. Sin necesidad de parecer una furgoneta, o de tener un diseño “alargado” como el de las versiones familiares de las berlinas.

Desventajas:

  • su uso mayoritario es similar al de un turismo, sin embargo, cuestan, consumen, y contaminan más que cualquier otro coche convencional.
  • su utilización como vehículo off-road, a pesar de su aspecto, está limitada a caminos de tierra. Su altura libre al suelo, la dureza de sus suspensiones y la ausencia (en la mayoría de los modelos vendidos) de reductora, no les hace indicados para realizar una conducción fuera del asfalto. Es más, la gran mayoría de ventas de modelos “todocamino” tienen transmisión 4×2, obviando la 4×4.
  • consumen y pesan menos que un todoterreno de verdad. Aún así, contaminarán y pesarán más que un turismo convencional, por lo que son y serán penalizados en impuestos. Y más pronto que tarde, les será impedido el paso al centro de las grandes ciudades, en cuanto las administraciones se pongan en serio a solucionar el problema de la ínfima calidad del aire que respiramos. Pero esa es otra larga historia…

En resumen, comprarse un “todocamino” termina siendo una decisión basada principalmente en la estética. Algo completamente respetable, sí, puesto que como hemos dicho en otras ocasiones, cada uno se compra el coche que quiere o más bien, puede. Pero no estaría más ser un poco conscientes de cuáles son las verdaderas razones a la hora de adquirir un automóvil y no dejarse llevar por las tendencias del momento. Aunque en este caso ya, los “todocamino” son mucho más que una tendencia pasajera que no hace más que “quitarle” ventas a otras categorías, como compactos, berlinas de todos los tamaños, y finalmente, monovolúmenes. Opción última, que me parece mucho más racional en la mayoría de los casos si lo que se quiere es habitabilidad y capacidad de carga.

Pero ya se sabe, yo nunca creí que me fuera a comprar unos pantalones “campana” en su efímero (menos mal) resurgir noventero, y me los compré. Y recientemente, nunca pensé que llevaría unos pantalones “pesqueros” y me los puse este verano… Ahora que lo pienso, si alguna marca oferta un “todocamino” de menos de cuatro metros de longitud me lo pensaría. Es más, Volkswagen lo tiene previsto con un modelo llamado Taigun. Y he de reconocer que me encanta… ¿Será que no tengo personalidad y ya sufro del  #postureoSUV?