¿Peak Car en España? Ni está, ni se le espera

El “peak car” es un término que alude al momento en el que en los países desarrollados comenzará una progresiva disminución de los kms recorridos por persona y año en coche privado. Es decir, se dejará de utilizar poco a poco el coche privado para los desplazamientos habituales o concretos. Lo que implica que se compren menos coches y se utilicen otros medios de transporte colectivo.

Los primeros signos de esta tendencia empezaron a observase en los primeros años de este siglo en países como Estados Unidos, donde el porcentaje de vehículos por habitante ha descendido. Mientras que en otros como Alemania, Gran Bretaña y Suecia el indicador lleva años estancado.

Si buscamos “peak car” en la wikipedia encontramos que en su definición lo llama hipótesis. Las variables a las que debe ajustarse un concepto como el “peak car” son tan amplias y poco “controlables”, que es mejor tener cuidado para no pecar de alarmistas. El “peak car” no significa que los coches desaparecerán de la faz de la tierra. Al contrario, sólo hay que consultar los datos de producción y venta de coches en China y la India y comprobar que si hay ahora hay casi 1000 millones de vehículos., sólo en 20 años más, se espera que haya casi el doble, unos 1800 millones. Gracias principalmente a esos dos gigantes asiáticos… mientras que en el resto de países “desarrollados” el número apenas crezca o se estanque en líneas generales.

En cualquier caso, el asentamiento o no del “peak car” está en manos de las nuevas generaciones. A poco que se eche un vistazo a nuestro alrededor, es evidente que el principal objeto de deseo para la gran mayoría de los que están a punto de alcanzar la mayoría de edad y veintañeros ya no es “tener” un coche, sino el último modelo de “smartphone”. Es decir, los jóvenes siguen colocando en la cúspide de sus deseos viajar y conocer mundo. Una aspiración a la que en el pasado siglo perfectamente se accedía mediante la posesión de un coche. Ahora el deseo es el mismo, pero lo que quizás ha cambiado es el medio de transporte para hacerlo.

Ciñéndonos a nuestro país, y visitando las estadísticas, el porcentaje de vehículos por habitante se mantiene estable a pesar de la crisis. Pero lo que sí que ha bajado considerablemente es el número de “nuevos conductores”, (de 600.000  en 1988 a 435.000 en 2011). Otro de los cambios derivados de la recesión, ha sido el aumento de edad media de los automóviles en circulación: de ocho años en 2007, a 11,3 años de media en la actualidad. O dicho de otra forma; de los 22 millones de automóviles que hay en España, más de la mitad tiene más de 10 años. Y eso sí que es una cuestión a mejorar por muchas razones, tanto de reactivación económica como por cuestiones medioambientales.

Pero no todo iban a ser malas noticias. Es más, la situación aunque sigue complicada, presenta ciertos “brotes verdes” que hay que destacar:

  • durante todo 2014 se han vendido 855.000 vehículos. Un 18.4% más que en todo el año 2013. Lo que se demuestra en los 16 meses ininterrumpidos de subidas en las matriculaciones.
  • la casi segura implantación del PLAN PIVE 7 para 2015, auguran nuevas y buenas estadísticas en las ventas. En concreto, y siempre según ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), la cifra estimada es de aproximadamente 950.000 unidades. Tras un descenso acusado por la crisis y el poderío de países emergentes, España ocupa el puesto 15º en ventas mundiales. Y para 2016 se espera que se superen la barrera psicológica del millón de coches vendidos.
  • tras unos años apeada del Top Ten de fabricantes, España logrará el 9º puesto a escala mundial de fabricantes. Aunque no hay cifra oficial a día de hoy, se espera que esté en torno 2,4 millones de autos durante 2014.
  • para 2015 las estimaciones, siempre según ANFAC, son de 2,6 millones de coches. Y ya para 2017 la cifra mágica de 3 millones de vehículos. De esta forma se alcanzaría el objetivo del ya comentado en otro artículo, el Plan 3 millones
  • del PIB nacional, la industria automovilística fue responsable del 6,7%. Y es junto con el sector turístico, uno de los motores de la aún lenta recuperación económica.

En definitiva, con estas cifras sería alarmista hablar de “peak car” en nuestro país, tanto por venta como fabricación de autos. Pero sería bueno que tanto las marcas como la Administración se mantengan atentas a las diferentes variables que hacen que las personas adquieran un coche. Tanto por la necesidad de viajar de un lugar a otro, como por el puro placer de conducir. O la mezcla de ambas, claro…