Seguros no muy corrientes

El negocio asegurador, evidentemente, está basado en asegurar todo tipo de bienes materiales o incluso el físico de personas. Sin embargo, hay algunos contratos firmados por las entidades que nunca dejarán de sorprendernos.

España es un país de futbol, por lo tanto, prácticamente todo el mundo sabe que, hasta la llegada de Gareth Bale al Real Madrid, el fichaje más caro de la historia fue Cristiano Ronaldo. Consecuentemente, tras invertir semejante cantidad de dinero en su estrella, el club aseguró las piernas del portugués en nada menos que 100 millones de euros.

También fue bastante sonado el momento en el que la cantante Jennifer López aseguró su célebre trasero. A esta lista se podrían añadir otras “celebrities” como Kylie Minogue, Anna Kournikova o Jennifer Aniston, que tiene asegurado su cabello.

No obstante, la palma en cuanto a seguros poco usuales, con múltiples casos, se la lleva una de las compañías aseguradoras más fuertes y conocidas del mundo: Lloyd´s. Estos son algunos casos:

Sonrisas: el grupo asegurador realizó un contrato con la actriz América Ferrera (protagonista de la versión americana de “Betty la fea”) por más de diez millones de dólares.

Lenguas: otro curioso caso es del barista Gennaro Pelliccia de Costa Café, quién aseguro esta parte de su cuerpo.

Ambos casos mencionados, aunque que ciertamente estrafalarios, pueden llegarse a comprender, considerando la importancia de las mencionados partes del cuerpo para los tomadores del seguro.

Sin embargo, quizás no podemos comprender tan fácilmente a quien realice una póliza para cubrir la caída del vello del pecho. Para poder realizar este contrato, debe afectar la imagen o carrera de la persona. Además, una condición para cobrarla es quedarse sin más del 85 por ciento del pelo de esa zona.

Llegando ya al límite de lo peculiar, esta compañía oferta también contratos singulares para espectáculos cómicos. Se tiene la opción de cubrir el riesgo de que un espectador muera de risa a causa del desarrollo del “show”.

Finalmente, llegamos seguramente al contrato más único firmado por una gran compañía de seguros. A principios de los 70, la conocida marca de whisky Cutty Sark, realizó un concurso que premiaría con un millón de libras a quien capturase al archiconocido monstruo del Lago Ness. Tras ello, la marca contrató una póliza con el grupo asegurador para cubrirse, en caso de que alguien apareciese con el legendario animal.

Tras todos estos casos, definitivamente, podemos decir que cualquier cosa que se nos pase por la cabeza es asegurable.