Técnica para sentirnos seguros de haber contratado un buen seguro

María del Mar lleva 10 minutos con la mirada fija en la pantalla de su portátil, y no deja de tamborilear con sus dedos la mesa. Su madre se acerca a ella y le pregunta: María del Mar ¿qué te pasa? … Pues que mañana caduca el seguro de mi moto, y estoy comparando seguros en la web de Seguros.es, y es que he encontrado dos seguros que son muy buenos, con un precio estupendo, así que no se cual de ellos elegir. Anda échame una mano… Pues tienes razón, dijo la madre de María del Mar, la verdad es que los dos son muy buenos, no sé qué decirte.

María del Mar se decidió, y finalmente hizo clic en uno de ellos. Ya está, ya tengo mi seguro, le dijo a su madre. Estupendo, imprímelo y vamos a darnos una vuelta. Espera, dijo María del Mar, ¿y si no he escogido el mejor? ¿Y si el otro era mejor? Seguro que has hecho la mejor elección, dijo su madre, pero si aún tienes dudas, ve al cuarto de baño y lávate las manos durante 3 minutos, y lo vuelves a pensar. María abrió los ojos y soltó ¡pero de verdad te crees esas cosas¡ Hazme caso María del Mar, lávate las manos y hablamos.

María del Mar se sentó frente a la web deSeguros.es, mientras se secaba las manos, observó el seguro que había contratado, y se dijo ¡sin duda, he elegido el mejor de los dos! Mamá qué lista eres, anda vente conmigo, que voy a comprar unos pantalones con lo que me he ahorrado, y te invito a un café.

Sabemos que lavarse las manos tiene muchos significados simbólicos, además de ser la medida más eficaz para evitar infecciones, pero lo que se desconocía era su efecto para reducir la ansiedad que puede comportar el realizar una elección difícil: un estudio científico muy curioso que se realizó en el año 2010, en la Universidad de Michigan, nos va a enseñar a calmar el estrés posterior que conlleva toda elección complicada (¿habré acertado?), y nos va a reafirmar en la opción elegida, en este caso, si hemos acertado con el seguro elegido. En este experimento participaron diversos grupos de estudiantes, a los que se les encomendaba una tarea, y luego se les ofrecía escoger un regalo entre dos que les gustaba mucho. Tras elegir su regalo, a la mitad de los estudiantes se les dijo que se lavaran las manos. Cuando se le preguntó al grupo que no se había lavado las manos la razón de haber elegido su regalo, comenzaron a dar diversas razones para justificar su decisión. Sin embargo, el grupo que se lavó las manos, sorprendentemente se encontraba mucho más seguro y satisfecho con su elección, y no necesitó justificarla. Los investigadores piensan que el lavarse las manos reduce el estrés que ocasiona el tener que elegir entre varias opciones.      

Ya lo sabe, si visita nuestra web de Seguros.es, las ofertas son tan buenas, que sin duda tendrá que lavarse varias veces las manos, porque contratará más de un seguro.