El parte amistoso cumple 25 años

Desde el año 1988 el sector asegurador español gestiona los accidentes de daños materiales mediante Convenios de Indemnización Directa (CIDE), liberando a los conductores de esperar a su tramitación para comenzar a reparar sus vehículos.

El convenio, que introdujo la Reclamación Amistosa de Accidente, permite acelerar la liquidación, y el pago a sus respectivos asegurados, de los daños materiales causados en aquellos accidentes en los que se produzca una colisión directa entre dos vehículos. Los conductores, si lo desean, cumplimentan y firman la Declaración Amistosa de Accidente, y esto permite después determinar la responsabilidad del mismo y la aseguradora que debe afrontarlo.

La asociación valora que el CIDE supuso un cambio muy notable en la gestión de los siniestros, al establecer que cada asegurado tenga contacto solo con su propia entidad aseguradora y que la indemnización la realice también su propia aseguradora, lo que mejora los plazos de indemnización y la satisfacción de los clientes.

En ese sentido, precisa que los convenios, tras comunicar el asegurado el accidente a su compañía, ésta pone en marcha el proceso de reparación y, después, sin afectar al asegurado, los convenios determinan la responsabilidad del accidente y las compañías se compensan entre ellas los accidentes que han tenido que asumir provocados por otros asegurados.