Seguros de coche
a todo riesgo

¿Qué es un seguro de coche a todo riesgo?

La forma más completa de asegurar un coche es mediante la póliza a todo riesgo, que incluye todas las coberturas básicas del seguro a terceros más una suma combinada del resto de coberturas disponibles para el coche, el conductor y los ocupantes.

Así pues, además de la responsabilidad civil obligatoria y la responsabilidad civil voluntaria, defensa jurídica, asistencia en viaje y seguro de accidente del conductor, incluye los seguros habituales del terceros ampliado: robo, lunas e incendio. También cubre daños personales (a ocupantes del vehículo, con asistencia sanitaria incluida), daños propios del vehículo y toda una serie de coberturas adicionales que lo complementan, como son defensa de multa, subsidio por retirada del carnet, prestamos para reparaciones, vehículo de sustitución y grandes daños.

¿Qué cubre un seguro de coche a todo riesgo?

Seguro de daños

El seguro de daños propios permite cubrir los gastos originados por daños en el coche del propio asegurado. Por ejemplo, reparaciones cuando se producen ralladuras al maniobrar en el garaje, accidentes al rozar con una farola o sufrir una colisión por alcance con otro coche. Son circunstancias muy comunes, en las que no hay un tercero involucrado cuya aseguradora se haga cargo de los gastos.

A la hora de contratar un seguro a todo riesgo es conveniente comprobar qué cubre y qué no cubre la compañía en su seguro de daños propios. Así, hay entidades que indemnizan por el daño en el vehículo por su valor a nuevo, mientras que otras sólo lo hacen en un porcentaje si consideran la edad del componente a reponer. Existen compañías que indemnizan como si de daños propios se tratara los producidos por granizos u otras inclemencias del tiempo.

Cuando se produce siniestro total, la compañía suele indemnizar por el valor a nuevo si el coche está en sus dos primeros años, pero algunas sólo contemplan esta posibilidad en el primer año. A partir de ese momento, la garantía cubre un porcentaje, variable según compañías, del valor venal del vehículo. Las aseguradoras consideran siniestro total cuando el valor de la reparación supone un 75%, 80% o 85% del valor del coche.

Defensa de multas

Respecto al seguro de defensa en multas, la compañía ofrece la realización de los trámites administrativos pertinentes para recurrir las sanciones de tráfico interpuestas al coche asegurado. No es un mecanismo automático, ya que el asegurado es libre de decidir si paga la multa o acude a su seguro de defensa. En este caso, será la aseguradora quien realice el escrito y el resto de trámites para recurrirla. Algunas pólizas excluyen esta posibilidad en caso de que sean multas de baja cuantía o sean por acciones determinadas, como por mal aparcamiento, por ejemplo.

Subsidio por retirada de carnet

La cobertura de subsidio por retirada de carnet es muy conveniente para aquellas personas cuya dedicación profesional está ligada al coche. Permite recibir una cantidad mensual durante el tiempo en el que no se puede disponer de su permiso de circulación. Además, algunas pólizas se hacen cargo también de los costes de recuperación del carnet.

Vehículo de sustitución

Con el vehículo de sustitución, el asegurado podrá disponer de un coche durante el tiempo en el que el suyo esté siendo reparado a causa de un siniestro.

¿Qué precio tiene un seguro de coches a todo riesgo?

El precio de un seguro depende de varios factores. En el caso de un seguro a todo riesgo, el precio vendrá determinado en primer lugar de si se trata de un seguro con franquicia o sin ella. Los seguros a todo riesgo con franquicia suelen ser más económicos, ya que en esta modalidad el cliente tiene que hacerse cargo de una parte de la reparación de los daños ocasionados en su vehículo (solo si el accidente es culpa suya), mientras que los seguros todo riesgo sin franquicia es la aseguradora la que paga la totalidad de la reparación.

En segundo lugar, las aseguradoras tienen en cuenta ciertos factores para determinar el precio final de una póliza. La edad es uno de los factores determinantes, ya que los conductores menores de 25 años suelen tener pólizas más caras, pues las compañías consideran que son más propensos a sufrir accidentes.

En este sentido, también tienen en cuenta la antigüedad del permiso de conducir. El precio de un seguro no será el mismo para un conductor con 20 años de experiencia que para un conductor novel, sin importar la edad de ambos.

Por otra parte, las aseguradoras también revisan el perfil y el historial de siniestralidad del conductor. De esta forma, el mismo seguro de coche será más caro para un conductor que haya dado varios partes a lo largo de los últimos años o que haya acumulado un número alto de infracciones y multas. En cambio, un conductor con un historial limpio, que no haya dado partes y que no haya cometido infracciones de tráfico, recibirá una póliza más económica.

En cuanto a la información de partes y de infracciones, es muy importante no mentir a la hora de solicitar el seguro. Las aseguradoras tienen acceso a información oficial, por lo que, si mientes a la hora de contratar un seguro, es posible que te apliquen penalizaciones o incluso que te nieguen algunas coberturas.

También tienen en cuenta a la hora de fijar el precio de un seguro el lugar de residencia del conductor y su trabajo. Las compañías analizan los porcentajes de siniestralidad para estipular los precios de sus seguros, ya que, por ejemplo, Madrid tiene un mayor índice de siniestralidad que Soria, por lo que el precio del seguro será diferente.

Otro dato que puede cambiar el precio del seguro es el estado civil. Aunque no lo parezca, las personas casadas pueden llegar a pagar hasta 50 euros menos por el mismo seguro que un soltero o una pareja de hecho.

Finalmente, las aseguradoras tienen en cuenta características del coche como el tipo de vehículo, el modelo, el año de matriculación, la potencia, el lugar en el que estacionas, la frecuencia de uso y el kilometraje anual, así como el hecho de que tenga extras instalados.

¿Cuándo conviene contratar un seguro de coche a todo riesgo?

Teniendo en cuenta que los seguros de coche a todo riesgo son las modalidades de más caras de todas, es importante tener muy claro cuándo conviene contratar una de estas modalidades.

Habitualmente, las aseguradoras aconsejan contratar un seguro a todo riesgo cuando el vehículo es nuevo, ya que estos seguros suelen ofrecer el 100% del precio de compra de vehículo en caso de siniestro total durante los primeros 2 o 3 años. De esta forma, en caso de un accidente grave, estarás cubierto al recibir una indemnización por el valor completo del vehículo.

A partir de los 2 o 3 años, las aseguradoras suelen ofrecer como indemnización el valor venal, es decir, el valor en el mercado de segunda mano, como compensación.

¿Seguro con franquicia o sin franquicia?

Los seguros de coche a todo riesgo sin franquicia suelen ser más caros que aquellos que sí tienen franquicia. En pocas palabras, son el doble de caros. Esto significa que, en la mayoría de los casos, es preferible escoger un seguro a terceros con franquicia. En este sentido, las franquicias van desde los 90 a los 1.200 euros.

Se recomienda contratar un seguro a todo riesgo con franquicia si has dado algún parte amistoso de accidente que haya sido culpa tuya en los últimos cinco años y el coche que vas a asegurar es nuevo.

¿Cómo contrato un seguro de coches a todo riesgo?

Puedes contratar un seguro de coche a todo riesgo acudiendo a las oficinas que las aseguradoras tienen repartidas por toda España. En ellas, los agentes comerciales te asesorarán y aconsejarán sobre qué modalidad de seguro es la más adecuada para ti.

También puedes contratar cualquier seguro por teléfono o por internet, en comparadores de seguros como Rastreator, que te ayuda a encontrar la póliza que mejor se adapta a ti y a tu vehículo.

En cualquier caso, si tienes pensado contratar un seguro, sea cual sea el medio por el que lo hagas, necesitarás disponer de los datos de tu vehículo (marca, modelo, cilindrada y kilómetros recorridos), tu DNI, el carnet de conducir y tu historial de siniestralidad. También tendrás que disponer de información sobre tu actual póliza, si tienes, que puedes encontrar en cualquier factura.