Fraude… ¿Asegurado?

A lo largo de los últimos tiempos nos hemos escandalizado con los numerosos casos de corrupción política de nuestro país. No obstante, también deberíamos escandalizarnos con las cifras de otro gran problema de España: el fraude.

Particularmente, como corresponde en este blog, nos vamos a ocupar del fraude en el seguro. Aunque en algunas ramas del sector es muy común, y no extrañará a nadie escuchar las cifras de intentos de fraudes detectados, otros casos llaman mucho la atención.

Lo primero que impacta y cabe mencionar es que el número de intentos de fraude ha ido aumentando conforme nos íbamos adentrando en la actual crisis económica. Y es que, según datos de ICEA ( Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras), desde el comienzo de la crisis en 2008 hasta el año 2013 se han duplicado los casos totales.

A pesar de que el fraude, en general, está mal concebido por la mayor parte de la sociedad, en ocasiones no le damos mayor importancia, dado que quien lo sufre son grandes entidades privadas como las aseguradoras. Sin embargo, no se tiene en cuenta que los altos costes a incurrir para la prevención de estas prácticas influyen, de forma directa o indirecta, en el precio de nuestros seguros.

No obstante, el fraude en nuestro país no se da por igual en todos los lugares. A la hora de realizar un ranking considerando todo el territorio español, Canarias, Castilla La Mancha y La Rioja, completarían el podio de comunidades con mayor índice de fraude.

El fraude dependerá del tipo de producto que se esté contratando. Por ejemplo, en caso de productos de accidentes, vida o salud, se oculta la preexistencia de lesiones para poder atribuirlas al periodo de vigencia del seguro. Por otro lado, en el caso de seguros de responsabilidad civil, la simulación de accidentes es un caso típico.

Dentro del notable incremento en el número de intentos de fraude, cabe destacar, que debemos considerar a su vez la implícita mejora de los métodos de las entidades aseguradoras para su detección.

En cuanto a la distribución dentro de los distintos ramos, las estadísticas de ICEA desprenden que el más castigado por esta mala práctica es, sin duda, el de Automóviles, donde se detectan más de un 70% de los casos. Sin embargo, esta rama de actividad no es la que tiene la mayor tasa de fraude evitado, siendo el Ramo de Seguros Personales (Vida, Accidentes y Salud) el líder en esta estadística, con cerca de un 90%.

Hay pocas cosas seguras en esta vida… lo que está claro es que el fraude a las aseguradoras no es una de ellas.