Seguros hípicos: las pólizas para los deportes ecuestres

La equitación es un deporte muy noble y que ha sido practicado a lo largo de toda la historia. Sus orígenes ascienden a la Grecia Clásica y fue introducido, nada más  y nada menos, que en los antiguos juegos olímpicos.

No todo el mundo sabe que pueden ser diferentes las pólizas a contratar a la hora de practicar esta exclusiva actividad deportiva. Cómo siempre es recomendable poseer un seguro de responsabilidad civil que cubra eventuales accidentes que se puedan provocar a uno mismo y a terceros.

Si eres dueño de un caballo, lo más probable es que tu centro de hípica y tu aseguradora te recomienden contratar una póliza de vida para tu equino en grado de cubrir siniestros como: el fallecimiento del animal, el robo, el “sacrificio humanitario” por enfermedad o accidente, el transporte y la hospitalización.

Por otro lado si practicas este deporte, a ciertos niveles, es siempre aconsejable adquirir un seguro ad hoc según nuestras necesidades. Las aseguradoras suelen diferenciar entre pólizas para  jinetes y amazonas amateur y profesionales. Los primeros pueden hacerse con una póliza que cubra los gastos en caso de fallecimiento, invalidez o curación. Los segundos, sin embargo, aparte de los siniestros anteriores también pueden obtener una indemnización mensual en caso de incapacidad temporal.

En el mercado existen también seguros para herradores de caballos que no sólo proporcionan el Responsabilidad Civil (RC)  frente a cualquier daño que puedan provocar a los animales sino también la posibilidad de cobrar “un sueldo” mensual en caso de enfermedad o accidente. Las mismas condiciones serían proporcionadas a los monitores de hípica, víctimas de algún accidente o enfermedad, que además deberán contratar un seguro de responsabilidad civil a terceros para respaldarse en el caso de perjudicar a sus propios alumnos o a eventuales asistentes.