Y al séptimo día, Madrid sigue acumulando basura

Las montañas de basura en la calle crecen sin que la distancia entre las posiciones de las concesionarias del servicio de limpieza viaria y de los sindicatos disminuya. El séptimo día de la huelga indefinida de barrenderos y encargados del mantenimiento de los jardines dejó ayer una estampa ya reiterativa de calles tapizadas de desperdicios, trabajadores escoltados por la Policía Municipal y ninguna solución para el conflicto.  

Las tres empresas adjudicatarias (FCC, OHL y Sacyr) que han planteado un ERE para 1.134 trabajadores sí que movieron ayer ficha para tratar de desbloquear la situación. Sobre el tablero de la negociación colocaron la propuesta de reducir de 1.134 a 625 el número despidos a cambio de un mes de suspensión de empleo y sueldo para el resto de la plantilla.

Los representantes del colectivo descartaron la oferta, que tildaron de provocación. Según el sindicato mayoritario del sector, el punto de partida del diálogo tiene que ser que no haya compañeros condenados a engrosar las estadísticas del paro ni la amenaza de la tijera sobre sus nóminas.

Por otro lado, la visión de los madrileños es la de una ciudad que se está volviendo insalubre, que atrae a las ratas y que, con la acción de los piquetes y las montañas de residuos acumulados, no hace que sus ciudadanos se sientan seguros