Incendios forestales y hogares

Agosto se despidió en Cualedro (Ourense) con uno de los incendios más violentos del verano. El fuego arrasó más de 3.000 hectáreas de monte hasta que logró ser estabilizado, lo que lo convirtió en el primer Gran Incendio Forestal (GIF) de Galicia de la temporada. Varios meses sin lluvia, el calor y las rachas de viento provocaron que el incendio se propagara de pueblo en pueblo de forma incontrolada.

Esta última catástrofe se suma a los 13 GIFs que se han producido en España durante este año, más del doble que el año pasado, cuando se contabilizaron un total de 6. Los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente indican que desde el 1 de enero al 30 de agosto se han calcinado más de 68.500 hectáreas, fruto de 8.885 siniestros, divididos entre 2.638 incendios y 6.247 conatos, fuegos inferiores a 1 hectárea. Las cifras contrastan con las del año pasado, que fueron más benévolas, con 42.176 hectáreas arrasadas en el mismo periodo de tiempo. De los últimos 10 años, 2015 se sitúa en quinto lugar, muy por debajo de las cifras de 2012, cuando ardieron 182.448 hectáreas y se mantiene por debajo de la media, que asciende a un total de 83.588.

Las olas de calor que se han sufrido en España durante este verano y la escasa humedad han podido influir en este tipo de catástrofes. En julio, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias ya avisó de que las altas temperaturas aumentaban el riesgo de incendios forestales, por lo que recomendaba extremar las precauciones en la mayor parte de la Península y Baleares.

Evacuación de los vecinos

El peligro que supone un incendio forestal provoca que las autoridades evacúen a los vecinos que viven cerca de la zona amenazada por las llamas. A principios de agosto, un fuego declarado en la extremeña Sierra de Gata provocó que se desalojaran 1.600 vecinos de localidades cercanas a Cáceres por la proximidad del fuego. Muchas veces, las evacuaciones se producen en medio de la noche, de forma inmediata, por lo que muchos vecinos dejan en sus hogares artículos de valor, enseres necesarios y demás pertenencias. La pregunta que se hacen muchos es si volverán a ver sus casas o si perecerán en la catástrofe con todas sus pertenencias dentro.

Seguro de Hogar contra incendios

En el peor de los casos, el fuego puede alcanzar las viviendas y destruirlas parcialmente o por completo. Pero el hecho de que un gran incendio arrase varios hogares no significa necesariamente que sus dueños vayan a perderlo todo. Si tienes un seguro de Hogar contratado, la aseguradora tiene la obligación de indemnizarte  por los daños producidos por el fuego.

Según la aseguradora MGS, al poseer las garantías de un seguro del Hogar que proteja de los incendios, la Ley de Contrato de Seguro establece que el asegurador estará obligado a indemnizar los perjuicios producidos por el incendio cuando éste se origine «por caso fortuito, como la caída de un rayo, malquerencia de extraños, en caso de que lo produzca un pirómano, negligencia propia o de las personas de quienes se respondan civilmente». No obstante, indican que la compañía aseguradora no estará obligada a indemnizar los daños provocados por el incendio cuando éste se origine «por dolo o culpa grave del asegurado».

Por ello, MGS explica que el asegurado nunca estará desprotegido mientras se cumpla con este artículo, aunque el asegurador podría repetir contra el causante del daño para resarcirse de la indemnización.

Sin embargo, los incendios forestales no son los únicos fuegos que amenazan el Hogar. La mayor parte de los incendios que arrasan viviendas están provocados por otras causas. Cortocircuitos, colillas mal apagadas y descuidos en la cocina originan muchos más desastres que  provocan una gran cantidad de daños económicos. La pérdida o arreglo de la vivienda no es el único coste que hay que afrontar después de un fuego, por eso los seguros de Hogar tienen más coberturas.

Coberturas

No todos los seguros contra incendios tienen las mismas coberturas, por lo que es recomendable comparar y contratar la póliza que más se adapte al asegurado. Sin embargo sí suelen tener unas garantías comunes en caso de que el fuego arrase un hogar.

– Cobertura  de daños ocasionados por el incendio. Con este tipo de cobertura la aseguradora responde por los daños que se han ocasionado por las llamas. El importe de la indemnización normalmente se estipula en las condiciones de la póliza al contratarla, al igual que las particularidades de cobertura en cuanto al contenido de la vivienda.

– Coste de los bomberos. En caso de que el incendio se haya causado por un descuido del propietario de la casa, los costes de la extinción del incendio podrían ser asumidos por él. Muchos seguros incluyen entre sus garantías la cobertura de esta eventualidad.

– Traslado del mobiliario. Muchas veces la casa no resulta arrasada por completo, pero sí es necesario repararla o hacer obras. Si se necesita mover los muebles para efectuar la reparación como consecuencia de un incendio cubierto por la póliza,  existen seguros que garantizan el de traslado y la custodia de este contenido, además de encargarse de volverlos a poner en su sitio.

– Coste de alojamiento provisional. Esta garantía se ocupa de pagar el coste de realojarse en una vivienda durante un tiempo determinado, mientras se busca otra casa o se realizan obras en la casa siniestrada. 

– Reconstrucción de la vivienda. Al sufrir la destrucción total de una casa a causa de un incendio, el propietario puede cobrar la póliza que se estableció en el contrato y mudarse a otra casa o reconstruir el hogar que se habitaba anteriormente. Aunque la mayoría de las pólizas establecen límites a la cantidad máxima que se puede reclamar, existen seguros que asumen el coste total de la reconstrucción de la vivienda.

– Daños por la caída de un rayo. Algunas pólizas incluyen también entre sus coberturas la caída de un rayo y los desperfectos que pueda provocar, como los incendios o el daño en la instalación eléctrica.

No suelen estar cubiertos los daños causados por la acción del calor sin capacidad para propagarse, como una plancha que quema una prenda de ropa. Tampoco los objetos que caen accidentalmente en el fuego, si está contenido en el lugar adecuado, como una chimenea.

Por otra parte, los daños que el incendio cause en determinados bienes como los catalogados de objetos de valor especial, artísticos, piedras y metales preciosos, billetes, efectos de comercio o valores mobiliarios (públicos o privados) no estarían cubiertos por el seguro a no ser que ambas partes hubieran pactado incluirlos y hayan sido identificados.

¿Por qué contratar un seguro contra incendios?

La adquisición de una casa suele ser el desembolso más grande que realiza una persona en su vida, por ello se suelen contratar seguros para proteger tanto la casa (continente), como el contenido que se va acumulando durante años en su interior. Por otro lado, si eres inquilino, puedes tener objetos de valor, por los que podrías obtener una compensación en caso de siniestro o incendio. Además, gracias a tu seguro de Hogar puedes tener también cobertura de Responsabilidad Civil por los daños que puedas causar a terceros, como si cae una maceta a la calle, inundas el piso del vecino, etc.

Antes de contratar tu seguro de incendios para el hogar es mejor que te informes y compares todas las posibilidades con Seguros.es, ya que es muy importante contratar una póliza que se ajuste a tus hábitos, tipo de vivienda y perfil. Con el comparador de seguros puedes analizar decenas de aseguradoras, escoger las garantías que más se ajusten a tu casa, apartamento, piso o chalet.