Madrid sin malos humos

Hace unos meses la ciudad de París tuvo que restringir el tráfico en el centro y alrededores ante la altísima tasa de contaminación existente. Ésta no fue la primera vez, si no que hace que hace un año ocurrió lo mismo. Por aquel entonces y como medida el ayuntamiento permitió circular sólo a los autos con matrículas pares un día, y al siguiente, los impares. Así hasta que los niveles de contaminación en el aire descendieran a niveles aceptables. Y funcionó.

A raíz de esta noticia y con la memoria latente de las elecciones, me ha venido en mente otra: el nuevo Protocolo de actuación ante la alta contaminación en Madrid que entró en vigor el 1 de marzo. Desconocemos si un cambio de partido en la alcaldía de la capital de España hará que esas medidas se desechen o no, pero conviene recordar que no les faltaba razón. Es de suponer, que se mantendrán o incluso serán más exigentes puesto que dentro de la coalición que en principio gobernará la ciudad, estaría una agrupación ecologista.

Realizando un resumen, éstas serán las medidas a acatar y cuáles serían sus alternativas para nosotros, los ciudadanos, ante la prohibición y nuestra necesidad de movilidad y potencial puesta en marcha del Protocolo:

  • 1. Matrículas PAR o IMPAR. Como en París, si el día que comienza a estar en vigor el protocolo anticontaminación es par, sólo les estará permitido circular a los autos con matrícula par. Y si el día es impar, sólo podrán acceder a las zonas restringidas, los coches con matrícula impar. Esto supondría una reducción de la circulación a la mitad y por tanto, los niveles de contaminación.
  • 2. Se establecen cinco zonas a restringir la circulación. La primera sería la Z1, y comprende a la almendra central; es decir, todo lo que rodeé la autovía de circunvalación de la M-30. Las restantes cuatro, sin especificar del todo, y que siempre englobaría a la almendra central, y una zona sin concretar fuera de ella en función de los niveles de contaminación que hubiese.
  • 3. Las excepciones a esa norma serían: vehículos de transporte público, transporte escolar, vehículos comerciales y atención, vehículos emisiones cero. Es decir, sólo los eléctricos puros. Los híbridos en principio no estarían contemplados. También, les estaría permitido circular sea cual sea su matrícula a aquellos que cuenten con el permiso de movilidad reducida, servicios de emergencia (bomberos, ambulancias, policía nacional, municipal… ), eurotaxis, ecotaxis y todas las motocicletas y ciclomotores. Los taxis normales sólo podrán circular si están ocupados, y si no están cumpliendo un servicio, tendrán que esperar en una parada a ser utilizados.

Esta es la parte más sencilla del protocolo ante episodios de alta contaminación. Ya que las medidas anteriormente comentadas sólo entrarán en vigor cuando se hayan sucedido tres días de “aviso”, en el marco de la llamada Restricción del Tráfico Fase 3. Tenemos que destacar que el Protocolo completo establece distintos escenarios en los que se adoptarán gradualmente medidas de seguimiento, de información a la población y de restricción del tráfico en función de los niveles de NO2 (dióxido de nitrógeno) alcanzados y de las previsiones meteorológicas; los episodios de alta contaminación ocurren durante largos periodos de estabilidad atmosférica, es decir, cuando no ha llovido en meses o semanas, y/o el viento no haya desplazado la tristemente célebre “boina” de contaminación).

En el Protocolo, también se definen los tres niveles de actuación (Pre-aviso, Aviso y Alerta) y dos tipos de medidas: Informativas y de Restricción de Tráfico.

Hasta aquí, todo bastante bien. El Protocolo actúa desde bastante antes de alcanzar niveles críticos y las acciones tanto informativas, como de restricción de tráfico están bastante bien planteadas. Y ahora llegan los peros:

  • No se dice nada acerca del correcto funcionamiento de los distintos medidores de la calidad del aire. En más de una ocasión, diferentes medios de comunicación y asociaciones vecinales han avisado de su deterioro y escaso mantenimiento.
  • Se desconoce también cómo se controlará y vigilará a los vehículos que incumplan las restricciones. ¿Cámaras? ¿Controles policiales? ¿Tipo de multas?
  • Apenas se mencionan las alternativas de transporte público cuando las restricciones más extremas se lleven a cabo. Faltaría más que lo más indicado sería que esos días críticos, el transporte público, si no llegase a ser gratuito, que sería lo ideal, debería reforzarse de algún modo.

En los últimos tres años sólo en cuatro ocasiones se ha llegado a altísimas cotas de contaminación, que conllevasen un verdadero peligro de salud. En cualquier caso, y como cada vez somos más y hay más coches, es importante que se tomen las medidas adecuadas para un correcta y óptima manera de moverse y desplazarse de manera privada en las grandes ciudades. No sólo en Madrid. Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Bilbao… y muchas más, pueden llegar a sufrir los perjuicios de altos niveles de contaminación en el aire. No vamos a dejar de usar el coche para desplazamientos urbanos o interurbanos, pero lo que tenemos que hacer es desplazarnos mejor, es decir: ¿para cuándo van a incentivar de una vez y de verdad el transporte privado eléctrico e ir desterrando al petróleo…?

Espero que podamos ver pronto más estaciones urbanas de recarga eléctrica que la asquerosa boina de contaminación planeando sobre nuestras cabezas.

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