Superhéroes de la hora de oro

Una de las situaciones más impactantes que nos podemos encontrar en la carretera es observar un accidente de tráfico. Si nos vemos en esta situación, hay que ayudar a los heridos de una forma rápida, y eficaz. Para ello necesitamos conocer y dominar dos conceptos: La Hora de oro, y el P.A.S. Vamos a poner un ejemplo práctico, y veremos cómo se aplican.

Es una tarde de verano y usted circula con su automóvil por la autovía. De pronto el turismo que le precede comienza a desviarse hacia la derecha, se sale de la autovía, y rueda por una pendiente de tierra levantando una nube de polvo, gira sobre sí mismo, y se detiene sin volcar. Hay que prestarle auxilio de forma inmediata, aplicando el PAS y activando la hora de oro.

¿Qué es “hora de oro”?: son los primeros 60 minutos que transcurren tras el accidente, y en los que una atención sanitaria rápida y coordinada, permite salvar un gran número de vidas. Lo que ocurra durante la “hora de oro”, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. La primera persona que llega al accidente (en este caso, usted), ha de poner en marcha el reloj de la “hora de oro”.

¿Que es el P.A.S.?: son las siglas que en primeros auxilios se conocen como Proteger, Alertar, y Socorrer, y se activan en este orden.

Conocemos la Hora de Oro y el PAS. ¿Qué hacemos ahora? ¿Cómo ayudamos en un accidente de tráfico? Vamos a ello, comencemos con el P.A.S.:

Primero, la “P” de proteger. Detendremos el vehículo cuando sea posible, y en un lugar donde no pueda crear un nuevo peligro, y activaremos las luces de posición. Si es de noche y es posible, iluminar con nuestro vehículo la zona del accidente. Salir con el chaleco reflectante, y colocar los triángulos de preseñalización de peligro, tanto delante como detrás del vehículo accidentado. Acercarnos al vehículo accidentado, y cortar el contacto, si el conductor accidentado no ha podido hacerlo. Primera fase completada.

Segundo, la “A” de alertar. Preguntaremos a la persona, o personas accidentadas por su situación (interesa saber si hay alguien inconsciente, o si hay una persona que sangre de forma abundante). Cuando sepamos el número de personas accidentadas y su situación vital aproximada, procedemos de inmediato a llamar por teléfono al número 112, poniendo con ello en marcha la Hora de oro.

La persona del 112 que nos atienda, realizará una serie de preguntas para hacerse una idea de las características, y gravedad del accidente (lugar exacto donde ha ocurrido el accidente, número de personas lesionadas, estado de salud aproximado de las mismas, etc.), y en base a nuestra información, pondrá en marcha un Protocolo de asistencia sanitaria, y de rescate de las víctimas. Tras ello, nos informará que los servicios de ayuda se han puesto en marcha, y nos proporcionará instrucciones mientras llegan.

Tercero, la “S” de socorrer: finalizada la llamada al 112, informaremos a la víctima o las víctimas, que la ayuda está en camino, las tranquilizaremos, aconsejaremos que no se muevan hasta que lleguen los servicios sanitarios. Permaneceremos a su lado. Si estamos con un motorista, no le quitaremos el casco. Únicamente en caso de peligro extremo (como la existencia de fuego) procederemos a sacar al accidentado del vehículo, y si es posible, entre varias personas, para extraerlo en una postura como si fuera un bloque rígido. Si tenemos dudas de algo, ¡no lo dude vuelva a llamar al 112 para que le aconsejen¡

Nuestro país es uno de los más avanzados del mundo en cuanto al rescate y asistencia integral de los accidentados de tráfico. Los profesionales que forman los equipos sanitarios y de rescate, son expertos altamente cualificados, y unos superhéroes.

Si usted ha activado el PAS, y ha puesto en marcha la Hora de oro, considérese también un superhéroe: su actuación ha salvado vidas, y toda la sociedad está en deuda con usted.